Existen dos tipos de anillos; el de compromiso, y los del matrimonio propiamente dicho.
Para el regalo del anillo de compromiso, el caballero debe de tener en cuenta que la costumbre ha marcado el valor sentimental que encierra, y que es el de la inquebrantable promesa de amor y fidelidad ante su dama, a la cual pretende convertir en su esposa.
El valor material del anillo de compromiso, corresponde, según cierta tendencia, a tres meses de los emolumentos que el caballero percibe como fruto de su trabajo. En la actualidad, se entiende, que los diamantes que son la gema que engalana a dicho anillo, pueden ser piezas poco accesibles, por lo que deberá considerar el propio novio sus posibilidades y potencialidades. Sin embargo, es de mal gusto, sustituir un diamante con una piedra de fantasía que en valor material es muy pobre aunque se le parezca. Recuérdese que al adquirir un anillo de compromiso original, de oro con diamante, la casa joyera deberá entregar la factura con su respectiva garantía de joya genuina, señalando el kilataje de la pieza y es de excelente gusto, que el caballero la solicite a nombre de la novia, pero que conserve el documento entre los mas importantes... por si las dudas...
En cambio, el anillo de matrimonio o argolla, puede ser de un diseño mas discreto, que permita portarlo sin que estorbe a sus respectivos dueños, ya que a diario, se necesita el empleo de las manos y no conviene que las argollas matrimoniales se estropeen con el uso, o el paso del tiempo. En el hogar pueden quitarse, pero se entiende que al salir a la calle y sobre todo, en reuniones sociales, fiestas o eventos, deberá de portarse orgullosamente pero sin pretensiones. La delincuencia ha provocado que se propague el miedo a llevar este tipo de joyas por las calles, pero por lo mismo, es también atención a la discreción.
Y aclarando las constantes dudas sobre los nombres en los anillos; si, la argolla que corresponde a la dama, deberá tener grabado en su interior, el nombre del esposo, en tanto que el, tendrá grabado en su argolla, el nombre de su esposa. Es de romanticismo, que se anexe la fecha de la boda si la extensión de los nombres así lo permite.
RECOMENDACION: Con cierta astucia, el hombre deberá procurar la manera de conocer el numero correspondiente a la talla del dedo que su amada tiene, para la hora de encargar las argollas. TRUCO: Pídase a la damita que le preste por unos instantes un anillo que ella use, juegue con los dedos de ella probándolo principalmente en el segundo dedo de la mano izquierda llamado justamente anular... si le queda bien, pruébeselo después el propio caballero para ver a que altura de sus propios dedos le queda dicha pieza, y si es de buena memoria, acuda posteriormente a la joyería a que le midan su dedo y trate de sacar de ese modo, la medida del dedo anular de su prometida...
Existen joyerías que por una cantidad le modifican las medidas a sus argollas si es el caso de que no les ajusten adecuadamente. Pregunte a su joyero por dicho servicio posterior a su boda, tiempos de garantía o costos.
Solo en caso de muchísima confianza, es válido acudir con la novia a las joyerías para medirle el dedo. No olvide anotar ese dato.
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